Conectarse a Internet en presencia de un adulto. Para ello, puede colocarse el ordenador, no en un lugar aislado, sino en un lugar habitual de la casa. Si esto no es posible, la pantalla debe estar situada de manera que pueda verse la pantalla al entrar a la habitación o estar en ella.
Limitar las páginas que pueden visitarse, para ello: Instalar programas que restringen el acceso a páginas de determinado contenido. Añadir a la Carpeta “Favoritos” aquellas páginas que pueden visitarse. Consultar el Historial para saber las páginas que se están visitando. Advertir a la operadora de teléfono que nos facilita la conexión que prohíban la conexión con tarifa adicional.
Los padres deberían saber lo suficiente como para poder dialogar con ellos sobre los contenidos y uso que hacen de Internet.
Limitar el tiempo de conexión Internet para que no descuide otras actividades. Además, evitar que se conecte a Internet durante la noche. Hay que estar atentos a los que los niños ven en Internet ya que puede haber información muy útil pero también dañina. Mantenerse alerta ante los peligros y conocer ciertos tips para es fundamental para evitar situaciones desagradables.